A lo largo de los años la medicina y la nutrición han ido cambiando de acuerdo a la evidencia científica disponible. Por ejemplo, durante un tiempo las grasas estaban casi prohibidas en la dieta. Han surgido desde entonces un sinnúmero de opciones de dietas tratando de dar respuestas a las múltiples necesidades del ser humano.
Actualmente se habla de una alimentación saludable equilibrada que nos permita:
- Tener un sistema inmunológico fuerte
- Tener un intestino y una función digestiva saludable
- Tener todos los nutrientes necesarios
- Mantener un peso adecuado
- Evitar los tóxicos medioambientales en nuestros alimentos (y en nuestra vida)
Tiene que ser natural, nutritiva y que permita la regulación de nuestras funciones corporales
Además se incorporan a la alimentación saludable el resto de los pilares de la Medicina del Estilo de Vida:
Bienestar emocional y manejo del estrés, relaciones interpersonales significativas y sentido de pertenencia con nuestro entorno, práctica regular de actividad física, evitar el consumo y abuso de sustancias peligrosas y buena calidad de sueño.